Septiembre de nuevo.
Septiembre ha llegado y toda la energía alrededor te lo dice. Desde los anuncios de «Vuelta al cole» (que no me gustan nada, por cierto), hasta la gente alrededor, que vuelve al trabajo. Vuelve el tráfico, vuelve el horario laboral del bus y vuelve la gente de sus vacaciones.
Y vuelvo yo.
Todo vuelve menos el fresquito. El sol (por lo menos aquí en Valencia) sigue dando caña por respeto a los que tienen la inteligente idea de tener sus vacaciones en septiembre.
Tampoco vuelven mis clases, aún no.
Los papás y mamás todavía están haciendo malabares con los horarios o empezando a llevar a los niños al cole. Llamar al profe de instrumento (si trabajas dando clases por tu cuenta) no es una prioridad en este momento, así que es probable que no hayas empezado aún y que tarden en llamarte unas semanas más.
Yo me encuentro, como cada año, en esa situación. Los primeros días de septiembre siguen siendo vacaciones, más adelante empiezan a llamarme, poco a poco integro horarios, hasta que en octubre ya tengo a todo el mundo encajado, mis alumnos ya se van poniendo al día, y empiezo a trabajar de verdad.
Por eso todavía no estoy dando clase, pero tampoco estoy de vacaciones. Este año voy a aprovechar este tiempo y voy a contarte cómo. Puede que también te dé ideas para que lo aproveches.
Te comento. Yo tenía mil planes para este verano. Preparar material nuevo, definir nuevos recursos para clases, perfilar metodología propia… escribir más… leer… todo muy idílico…
No he hecho nada.
Es algo típico en mí. Hacer unos superplanes de trabajo. Voy a hacer tal… voy a hacer cual… voy a preparar no sé qué… y voy a leer nosecuánto… y luego tirarlo todo por la borda.
Me he dedicado a no hacer nada.
Dos meses y medio, tirando a tres.
Tampoco me he ido de viaje ni nada. Un par de escapaditas, pero nada más.
Nada.
Supongo que me hacía falta. Dos meses sin pensar en algo que «tenga» que hacer. Descanso de verdad. No pensar en nada salvo en lo que me sale hacer ese día. Comer, ver series… etc.
No ha estado mal.
Aunque después tiendo también a sentirme algo culpable, a pensar que he perdido el tiempo. Algo que todos sentimos, supongo, ese tira y afloja entre lo que me apetece y lo que «debería hacer». Si también te pasa, que sepas que no tenemos por qué sentirnos así, que tenemos derecho a perder el tiempo que haga falta… pero en fin… la cabeza es como es y a veces va sola.
Resumiendo, este verano ha perdido el «debería» y ha ganado el «me apetece».
Pero, volviendo al tema que nos ocupa, ya ha terminado Agosto.
Todos los superplanes que tenía pensados para este verano voy a ponerlos en práctica ahora, a principios de Septiembre. Te los cuento:
Se trata de:
– Repasar unos apuntes de un nuevo método musical que conocí en Junio. Voy a desempolvar lo que aprendí en un curso de dos días y a entenderlo bien. Ya te contaré de qué método se trata.
– Buscar la estrategia para integrar las ideas nuevas que me resulten interesantes a mi práctica individual y a mis alumnos.
– Desarrollar nuevo material.
– Imprimir más partituras.
– Leer e investigar sobre nuevos recursos.
Se trata de cositas que están poco definidas. Lo único definido es la primera parte. Repasar esos apuntes. Cuando esté hecha, podré definir y detallar el siguiente punto y así sucesivamente.
El último punto, leer e investigar, se trata de algo que tengo pensado hacer a lo largo del curso. De esa forma, volveré a empezar esta lista y a incluir nuevos recursos y nuevo material poco a poco.
Digamos que es como un ciclo, el último punto lleva al primero y vuelta a empezar.
Por supuesto, iré contando mis progresos en el blog (aunque no los esperes para la próxima semana, porque esto me va a llevar mucho tiempo). Todas las nuevas ideas que me resulten importantes o interesantes, todo lo que vaya funcionándome, te lo contaré. Aunque en Septiembre tendré alguna que otra clase suelta, de gente que me llama, el resto del tiempo lo dedicaré a mejorar lo que ya tengo y llevarlo a mis alumnos para ver cómo funciona.
Puede que te hayas preguntado: ¿No defines objetivos para tus alumnos?
Pues no.
Por una simple razón. No defino objetivos sin tener a mis alumnos delante, y sin que ellos no hayan participado activamente de la toma de los mismos. De esta forma, los objetivos no puedo tomarlos antes de las clases, y muchas veces tampoco en el primer día. Muchas veces hay alumnos que no necesitan objetivos, así que no siempre los tomo.
Más adelante, cuando empiece mis clases, te contaré al respecto de los objetivos.
¡Tu turno!
Cuéntame en los comentarios qué haces tú en estos primeros días de septiembre. Cuéntame si trabajas o no, si preparas clases, si haces una tarea parecida, si defines objetivos… ¿Cómo lo llevas?
- Mi Ebook: "Los tres pilares de la motivación en la enseñanza del instrumento"
- Todas las ideas y recursos que publique directamente en tu bandeja de entrada.
¡Hola Rocío! Hacía tiempo que no entraba en tu blog y me ha gustado volver a leer algunos posts y también este último.
Sigue creciendo mi proyecto de ponerme por mi cuenta, de hecho ya tengo un estudio en la casa nueva donde nos hemos mudado. Poco a poco va cambiando mi mentalidad.
Yo sí he hecho cosas este verano, aparte de la mudanza… Es mi natural… No paro…. Pero comparto contigo el concepto de hacer «lo que me apetece» y no «lo que debería»… Decido yo,eso lo tengo claro!
Gracias por tu blog, un abrazo!
No hacer nada.
Todo un reto en nuestro mundo del «no parar».
Yo la verdad que sí que he empezado ya con algunos alumnos. Quizá en Madrid las cosas van aún más rápido. Tendré que bajar yo la velocidad en mis clases :D
Saludos!
Saludos Mario! Suerte con este nuevo curso, y con esa velocidad. :)